jueves, 28 de abril de 2016

LEER FICCIÓN, ¿PÉRDIDA DE TIEMPO?

Durante mucho tiempo esa fue una creencia generalizada. Aun actualmente ciertas pedagogías son de esa opinión o al menos actúan como si pensaran así. La derrota de laS humanidades frente a los saberes funcionales es resultado de esta dinámica.
Neil Gaiman cuenta que en 2007 asistió a la primera convención que se hacía en China sobre ciencia ficción y fantasía. Se hizo porque ciertos sectores chinos se preguntaban cómo era que ellos eran excelentes fabricantes de cualquier tipo de objetos pero los proyectos tenían que buscarlos fuera. Sospechaban que no tenían suficientes innovadores porque no cultivaban la fantasía. Era como si no supieran imaginar.
En la misma línea de búsqueda de la razón de la escasez de innovadores, una delegación china había pasado poco antes por las grandes empresas de innovación de Estados Unidos, Apple, Microsoft, Google… y allí comprobaron que los creadores que trabajaban allí habían sido lectores de ficción y de ciencia ficción cuando eran niños y adolescentes.
Toda la literatura es un gran simulador. Frente a lo que cualquier lector tiene oportunidad de vivir, las historias que lee van muchísimo más lejos. Las narraciones simulan otras formas de vivir, de actuar, de relacionarse. En definitiva crean otros mundos. Evidentemente adentrarse en ellos, explorarlos, es una gran fuente de placer; por eso los jóvenes, cuando descubren la literatura, leen mucho y lo hacen por placer. A nadie le obligan siendo joven a imaginar.

Pero ¿dónde tenemos el gran laboratorio que contiene la obras de ficción? En la bibliotecas. Por eso son tan necesarias las bibliotecas. Estas no son un refugio de ociosos, un lugar de escapismo, de pérdida de tiempo o un refugio para no afrontar la dureza de la vida. La bibliotecas, si están vivas, son un gran laboratorio para alcanzar una vida creativa. La sociedad las ha de mimar porque allí está el vivero de los que harán posible hallar soluciones futuras para una vida que se complica y que por tanto necesita soluciones nuevas. Bibliotecas vivas para una vida ciudadana creativa.