lunes, 20 de abril de 2015

CONSUMIDORES, NO LECTORES

Así titulaba Alberto Manguel un artículo en El País Babelia el 18/4/2015. En él reflexionaba sobre esa pregunta que  a menudo se hacen algunos padres: «¿Por qué mis hijos no leen?» Tras citar la condición previa para ser lector: haber adquirido las habilidades necesarias para descifrar un texto, añadía:
“Existe otra etapa de este aprendizaje, y es esta la que nos convierte en lectores. Ocurre algunas afortunada veces, cuando un texto lo permite, y entonces la lectura nos lleva a explorar más profunda y extensamente el texto escrito, revelándonos nuestras propias experiencias esenciales y nuestros temores secretos, puestos en palabras para hacerlos realmente nuestros.”
Y después se preguntaba: «¿Por qué no somos capaces de crear más lectores verdaderos?» Y se respondía:
“La pregunta no puede hacerse de forma aislada, porque el problema de la enseñanza de la lectura se inserta en el problema mayor de los valores de la sociedad en que vivimos. (…) La llave que nos permitiría crear lectores es la misma que protege los valores de la sociedad en que vivimos. Y si esos valores alientan lo fácil, lo rápido y lo superficial, no podemos pretender que también alienten lo difícil, lo lento, lo profundo, las cualidades que definen el arte de leer.

Somos una sociedad mercantil que necesita, para seguir existiendo, consumidores y no lectores. La lectura inteligente y detenida puede alentar la imaginación y fomentar la curiosidad y, por tanto, hacer que  nos neguemos a consumir ciegamente.”