miércoles, 31 de julio de 2013

AKOBLOOM. Literatura infantil y juvenil recuperada en formato digital

En el número 273 de la REVISTA DE LITERATURA que publica Centro de Comunicación y Pegagogía acabo de publicar el siguiente artículo. Los números de esta revista se pueden conseguir en papel o en digital en www.comunicacionypedagogia.com.

La oportunidad digital
La literatura, además de creación, es un producto con el que, debidamente empaquetado, se comercia. Nadie duda, por tanto, que esté sometida a las leyes cambiantes del mercado. La práctica comercial que hoy se aplica es que, si un texto publicado en papel no tiene una rotación suficiente, la empresa que lo ha lanzado lo retira del mercado porque, de lo contrario, le cuesta dinero. Como es fácil de comprender, esta práctica responde a unas expectativas de retorno de la inversión muy altas y a cortísimo plazo.
Esto hace que los libros tengan una duración cada vez más corta. Por este motivo muchos de ellos, incluidos textos notables, no están disponibles para los lectores. Es evidente que, de esta manera, ni se atiende a la preservación de la calidad ni a la conservación del patrimonio cultural. Pero ¿cómo recuperar esos textos?
La tecnología digital ha venido en ayuda de las necesidades culturales. Un notable ejemplo es la iniciativa de la editorial digital Leer-e al lanzar la colección Akobloom.  Este extraño nombre cobija una excelente colección de literatura infantil y juvenil en formato ebook. Por su planteamiento, por su ambición, es una nueva oportunidad para la literatura. Así empezamos a entenderlo todos, autores y lectores.
El debate digital vs. papel sigue vivo, pero cada vez está más amortiguado. Ha perdido gran parte de su virulencia porque los hechos cantan. Y las razones sentimentales que a veces se aducen sirven para los que nos educamos sólo con libros impresos en papel pero no para los jóvenes, que son nativos del mundo digital.  Ofelia Grande de Andrés, directora de Editorial Siruela confesaba hace poco: “La diferencia entre lo digital y el papel está en los procesos técnicos, nada más. No es que estén condenados a entenderse; deben complementarse, pues hay que ofrecer a los lectores el mismo contenido en libro digital y de papel para que él pueda escoger.”
Aunque lentamente, el mercado digital avanza. Lo más previsible es que en muy pocos años coexistan casi los libros en los dos soportes, en papel y en formato digital.
Como es fácil suponer, la punta de lanza de este proceso está en Estados Unidos donde ya se están llevando a cabo potentes iniciativas para la preparación masiva de libros en formato digital a la espera de que esta forma de edición sea un negocio aún boyante. Para saber hacia dónde irán las cosas aquí hay que ver lo que está pasando allí donde esta forma alternativa de edición ya es rentable.
Si las cosas no avanzan más deprisa, no es porque no haya posibilidades tecnológicas para ello sino porque no se han tomado medidas para que haya textos de calidad a un precio asequible que desincentiven la descarga ilegal.  

Iniciativa pionera. Leer-e
Alineándose muy pronto en esta estela que apunta al futuro, en 2009, un joven emprendedor navarro, Ignacio Latasa, logra que Carmen Balcells, la célebre agente que controla los derechos de importantísimos autores como Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Julio Cortázar, Eduardo Mendoza y otros muchos, le ceda los derechos para lanzar en digital obras de todos ellos.  
Estas van saliendo en la colección “Palabras Mayores”, título realmente acertado si consideramos las obras que contiene. La colección se ha hecho notar y ya se ha ganado un merecido reconocimiento. The Global eBook Market 2011 se hacía  eco de la iniciativa de Leer-e, saludaba el esfuerzo de digitalizar grandes obras de autores españoles y latinoamericanos actuales como algo muy significativo y afirmaba a renglón seguido que la excelente selección de “Palabras Mayores” en formato digital no sólo era comercialmente posible sino ya exitosa.
Mientras Leer-e iba asentándose en el mercado literario de adultos, el más importante sin duda, pensaba en su expansión a otros ámbitos sectoriales considerados también de gran potencial.

Un nuevo frente: la literatura infantil y juvenil
La iniciativa de entrar en el campo de la literatura infantil y juvenil comienza a fraguarse en otoño de 2010. Nace del interés de Leer-e por expandirse y de la iniciativa de Luis Arizaleta, tenaz impulsor de iniciativas culturales. Él fue uno de los creadores  ya en 1994 de Fira, importante iniciativa de fomento de la literatura infantil y juvenil en Navarra, y autor de libros como La lectura, ¿afición o hábito? (Anaya) y Circunvalació. Una mirada a la educación literaria (Octaedro).
Durante la primavera de 2011 el mismo Ignacio Latasa, director de Leer-e, y Arizaleta, presentan a 25 autores en Barcelona, Madrid y Pamplona su idea de crear una colección de literatura juvenil en forma digital. Yo mismo estuve presente en la reunión convocada en Barcelona.
Los dos nos expusieron su idea durante una larga sesión y explicaron con claridad las condiciones en que nos invitaban a los autores a tomar parte en ese iniciativa.
Algunos vimos enseguida una excelente oportunidad para nuestros libros descatalogados. La iniciativa propiciaba la pervivencia en el mercado de muchos títulos ya desaparecidos del mismo. Naturalmente sólo podíamos ofrecer a Leer-e para su publicación digital aquellos títulos libres de compromisos contractuales con quienes habían sido sus editores en papel. Muchos de esos libros habían tenido un amplio recorrido mereciendo durante años la atención de los lectores y las bendiciones de la crítica.
Del trabajo de selección de los títulos se hizo cargo Luis Arizaleta, actualmente director literario de la colección Akobloom bajo cuyo nombre salen al mercado. En primavera de 2013 se han lanzado los primeros títulos que ya están presentes en múltiples plataformas a disposición de personas de todo el mundo. Entre ellos están:  
A la sombra del maestro, de Juan Farias
El amigo oculto y los espíritus de la tarde, de Concha López Narváez
El collar del lobo, de Jesús Ballaz
El ángel caído, de Fernando Lalana
La gripe de Búffalo Bill, de Paco Climent
La isla de la enanita barbuda, de Juan Kruz Igerabide
Juego de piratas, de Seve Calleja
No todos los amantes se llaman Romeo, de Josep Albanell
Molinete, de Pilar Mateos
Tulinet, las siete vidas del gato, de Ricardo Alcántara
El mapa de los sueños, de José A. Ramírez Lozano
Yo puedo decir que he recibido esta iniciativa como una excelente oportunidad para algunos textos míos como El barquero, Turno de noche, El hombre que se perdió a trozos, La cueva del extranjero, Tendido sobre la nieve, Un pacto de silencio…  El mundo digital abre una nueva ventana para la difusión de mi obra y para mantener el vínculo con los lectores. Es una ventana atractiva porque los niños y jóvenes se sienten especialmente atraídos  ella por la novedad de la tecnología. Ellos no son emigrantes sino auténticos nativos de ese mundo. Han crecido con él. Y su vínculo emocional con el papel, mucho menor que el de los mayores, no les crea reticencia alguna.

Recuperación necesaria y mercado global
La oferta digital hace que los lectores jóvenes de todos los países latinoamericanos, de Estados Unidos y niños de otros lugares que están estudiando español tengan acceso directo a nuestros textos. Nunca hubiera pensado que en Argentina, Chile, Colombia, México pudieran acceder a mis libros con tanta facilidad. Es un lujo, una estupenda oportunidad.  
A menudo, gestores culturales y, en concreto, animadores a la lectura lamentan la desaparición del mercado de libros notables que tuvieron una notable presencia en un determinado momento. Ninguna cultura se puede permitir que sólo por criterios comerciales se rompa la cadena de trasmisión literaria.  
Esta iniciativa lo va a evitar con muchos textos porque responde a las nuevas posibilidades que ofrece la tecnología y porque los niños están ávidos de llegar a todas partes por ese medio que les fascina.  
Akobloom, tecnológicamente contemporánea, facilita el acceso del lector a ciertas obras de literatura infantil y juvenil española de calidad a un precio asequible. A través de esta excelente colección nuevos lectores tendrán acceso a muchas obras. Habrá que ver cómo se realiza la orientación, recomendación y acompañamiento de estos lectores que van creciendo en la aventura de leer en soporte digital.  
 Los acuerdos de cesión de derechos para la edición digital son ventajosos para los autores.  La editorial, que aporta la inversión y el trabajo para preparar la edición y para poner estos libros en el mercado en la mayor parte posible de plataformas, está realmente dispuesta a compartir el éxito. Esta forma de edición tiene la ventaja de que los costes de digitalización y de distribución son notablemente menores que los de los libros impresos en papel y la logística de los mismos.
El acceso del consumidor a estos libros digitales aún se ha normalizado masivamente porque todavía no se ha creado el hábito de acceder a ellos. Pero todo se andará. De momento ya es mucho disponer de una buena colección, Akobloom, con libros de calidad, al alcance de la curiosidad de los lectores. De su futuro el tiempo dirá. Pero hay motivos para la esperanza. Desde luego, el viento sopla en esta dirección.