domingo, 24 de febrero de 2013

MUÑECA DE OJOS AZULES

Gerardo había visto el mundo durante muchos años con  los ojos de su mujer. Por suerte había sido una mujer de mirada aguda y serena. Tras su muerte, él debe mirar por sí mismo.
El protagonista es un jubilado que está a punto de tomar la decisión de dejar su casa e ir a Berna a vivir con su hijo y su familia. Parece resignado a cerrar el ciclo de su vida. Con naturalidad, como hacen tantos...
Pero entonces sucede algo inesperado. El hombre tiene algunos indicios de que hay alguien que duerme en su garaje. La situación le incomoda. Pero no quiere resolverlo por los vía policial. Piensa que si alguien ha tenido que recurrir a ese extremo es que tal vez está muy desesperado y lo necesita. Y no sólo eso. Ese alguien confía en él...
El hombre poco a poco, y muy discretamente, va abriendo sus ojos a lo que ocurre a su alrededor. Ya es él el que mira con sus propios ojos. El interés por esa persona desconocida hace nacer un afecto y la sensación de que su vida no se ha terminado mientras sea útil para alguien.
Gerardo, en un largo relato de tono epistolar, va contando a su hijo lo que le va ocurriendo -va de sorpresa en sorpresa-, motivo por el cual retrasa el momento de reunirse con él y su familia...
Lo inesperado puede cambiar la vida de cualquier persona si ésta es capaz de captarlo como una oportunidad...
Pues bien, éste es el inicio de una novela juvenil -que creo que acabará  titulándose Muñeca de ojos azules- que el jueves pasado 21 de febrero recibió el premio Paraules de Icària promovido por Edicions Saragossa y el Ayuntamiento del barrio de Sant Martí de Barcelona.
Me alegra este reconocimiento pero sobre todo estoy contento de que el libro se publicará muy pronto, para el día del Libro, el día de sant Jordi. Me contentaría con que algún lector viera en el coraje del protagonista un camino para estos tiempos de crisis.

martes, 12 de febrero de 2013

ACABA DE APARECER

Acaba de aparecer en las librerías de Cataluña mi último libro Moguda el cementri, Animallibres. Comparto la autoría del mismo con Eric Villa, talentoso ilustrador en la línea de trabajos cercanos al cómic.
Se trata de una segunda entrega que sigue al publicado hace dos años El parc de la Casa Tenebrosa (en castellano salió en la editorial Algar del mismo grupo Bromera). Ambos forman parte de la colección El Mussol Detectiu que reúne a los clásicos de narraciones detectivescas en que la ilustración interactúa con el texto. El lector no solamente tiene una lectura de entretenimiento sino que también ha de aguzar su espíritu de observación sobre la ilustración. Al hablar de estos clásicos me estoy refiriendo a autores como Hans Jürgen Press y su hijo Julian, Wolfgang Ecke, Klaus Bliesener... Para mí es un honor aparecer entre ellos a los que descubrí hace más de treinta años, si no recuerdo mal.
Ya en mi primera incursión en este campo (Luces en el mar, SM) yo traté de aportar algo más: contar historias más largas que permitían una aportación literaria más sólida.
Sigo en la misma tónica. En en libro que acaba de aparecer, por ejemplo, una historia puede alcanzar las 40 páginas. Además, esto es lo importante, lo que cuentan estas historias son problemas que el niño fácilmente identificará porque se habla de ellos en nuestra sociedad. Aquí aparece un negocio de compreventa de oro, que tanto prolifera con la crisis o quien pretende sacar tajada de la memoria histórica... Se ha dicho con razón que la literatura policiaca es la forma en que se presentan actualmente las historias que conocíamos como realismo social.
Espero que la versión castellana original también salga ya que los resultados del anterior han sido buenos.